Educacion Virtual

En un mundo de cambio, las tendencias educativas se orientan a buscar modelos de formación que impulsen una oferta educativa flexible pertinente y de mayor cobertura, basada en competencias académicas y laborales, que al mismo tiempo permitan aprendizajes significativos para los estudiantes a través de trabajo colaborativo e incorporando las tecnologías de la información y la comunicación.

Bolivia actualmente cuenta con un sistema educativo en vías de mejoramiento y transformación dada la implementación de la Reforma Educativa, como consecuencia de los nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje, en una sociedad donde incluir tecnologías en la educación se ha convertido en sinónimo de progreso.



La educación es una de las bases fundamentales para el desarrollo de los pueblos y sobre todo para  aquellos que se encuentran en vías de desarrollo como el nuestro. Si bien en los últimos años la educación en Bolivia ha venido de la mano de reformas de gobiernos de turno estás hasta el momento no han logrado los resultados esperados.

El impacto de las nuevas tecnologías alcanza también a la educación, y es especialmente en este terreno donde más deben emplearse los medios técnicos actualizados y capaces de mejorar la calidad de la enseñanza.

También lo harán con las habilidades requeridas para que los niños y jóvenes lleguen a ser adultos exitosos, presionando a la educación, transformando el qué y cómo aprenderán y cómo funcionarán las instituciones educativas. Para lidiar con ello se requerirán nuevos y complejos procesos de innovación en cada uno de los aspectos de la vida escolar, incluyendo el sentido de la escolaridad, el currículo, la pedagogía, la evaluación, la administración, la organización y el desarrollo profesional de profesores y directores.

Debemos ser consientes que esta tecnología es demasiado nueva aún y su potencial de cambio es tan grande que aún no se puede predecir cómo cambiará nuestra educación. Aún así, todo hace anunciar que así como la escuela se modificó a partir de la invención de la imprenta y luego la revolución industrial, del mismo modo la escuela habrá de cambiar a partir de la revolución del conocimiento. Esto probablemente signifique un nuevo rol para los profesores y también que más actores no-docentes ingresen a la escuela, al derribarse las paredes que separan su interior de su exterior. Sin embargo no debemos olvidar que el énfasis no debe colocarse en la tecnología sino en las personas, especialmente los profesores y directores, que son quienes van a modelar el impacto que tendrá las nuevas tecnologías en las escuelas.

Cuando hablamos de tecnología hablamos de valores que se derivan del uso de máquinas extraordinariamente veloces y precisas pero que pueden convertirse en amenazas cuando no somos capaces de reconocer sus limitaciones. Si no nos preocupamos de los efectos que tienen en nosotros y no hacemos nada al respecto ni ofrecemos la menor resistencia a su avance en nuestras vidas, nos volveremos crecientemente apáticos y dependientes.

Mientras más poderosa sea la tecnología más nos invitará a olvidarnos de nosotros mismos. Las tecnologías están empujando fuertemente a convertirnos en autómatas, perdiendo nuestra libertad de elegir. En ese sentido la televisión o la computadora serán nuestra esperanza si podemos reconocerlas como nuestras amenazas. Pero ¿que incentivos tiene nuestra cultura para ejercitar esa cautela? Tendremos que resolver al respecto a través de la educación en valores que corresponden a la era de la informática.

Por su naturaleza, la computadora privilegia la rapidez, la precisión, la eficiencia, la comunicación individual entre el hombre y la máquina. A su vez, la computadora se convierte en una autoridad indiscutida, que trae la omnipotente voz de la verdad, que tiene todas las respuestas a las preguntas de los niños, y que suele acostumbrarlos a gratificaciones inmediatas. El mundo creado por el software es estructurado y predecible, en contraposición del mundo real que es inestructurado e impredecible. Los juegos de vídeo llevan a tomar una distancia electrónica respecto a los juicios de valor que involucran las guerras, los exterminios y los costos sociales de las decisiones que se toman.

El mito de que la información es libre de valores, que presupone que las computadoras se limitan simplemente a dar información, desconoce que quienes diseñan y seleccionan los programas, lo hacen con determinados valores, criterios y prioridades. ¿Cómo se evitará que las computadoras propicien en los niños la pasividad  social y la apatía, y la aceptación no crítica de la realidad?.
Hay que estar alerta de todos estos peligros para evitar que los jóvenes se vuelvan conformistas, alienados, tecnocráticos, dogmáticos, consumistas compulsivos de software, en desmedro del desarrollo de su capacidad de controlar sus impulsos y de postergar placeres y gratificaciones, que es fundamental para aprender a esperar, a tener paciencia, a ser tolerantes, a trazarse metas e ideales a futuro y a luchar por alcanzarlas poco a poco.

Por lo demás el uso indiscriminado de la tecnología  produce mucho más intercambios superficiales pero a la vez mucho más distancias en las relaciones interpersonales más profundas. Así como el automóvil, el televisor, el walkman y los expendedores automáticos de dinero y bienes de consumo han ido aislando a las personas, la computadora hará lo propio en magnitudes mucho mayores.

El uso de la computadora puede  estimular el desarrollo del niño promoviendo mayor responsabilidad, independencia y autocontrol. Pero para que esto ocurra los colegios deberán cumplir muchas más tareas en los terrenos sociales y afectivos de las que cumplían antes, con el apoyo de los pedagogos, consejeros y psicólogos cuyo rol será mucho mas decisivos que antes.

Sin un profesor capacitado que los guíe, a los alumnos les va a resultar muy difícil encontrar cualquier coherencia y orden en lo que están estudiando. No olvidemos que no hay nada más interactivo que la relación del niño con el mundo real y el vínculo  entre el profesor y el alumno.

Los niños necesitan vivir en el tiempo y espacio real con personas reales. Así como los niños requieren un padre para que se sientan seguros y protegidos, también necesitan de un contexto social real dentro del cual aprender. 

La tecnología ha venido para quedarse. No depende de nuestra elección. Lo que si depende de nosotros es si vamos a esperar a que nos agarre desprevenidos, o si vamos a anticiparnos y prepararnos desde ahora para lidiar con todos estos retos y escenarios previsibles.

0 comentarios:

Publicar un comentario


Share |
Ver el perfil de Pedro Carranza Calderon en LinkedIn XING

Entradas Aleatorias